El silicio es el segundo elemento mineral más abundante en la corteza terrestre. La mayor parte se encuentra como cuarzo (inerte) o como silicatos cristalinos de estructura muy compleja (muy lentamente solubles) con magnesio, calcio, sodio, aluminio, etc. que no son formas asimilables para las plantas. Las plantas toman silicio como ácido monosilícico (Si(OH)₄), que se forma muy lentamente a partir de formas insolubles o de compuestos orgánicos, siendo este el motivo por el que se encuentra de manera deficiente en el suelo.

Funciones del silicio en las plantas

El silicio no se clasifica como un elemento esencial, pero cada vez es más relevante el papel que juega en la planta este elemento beneficioso (Broadley et al. 2012), al desempeñar diferentes funciones como nutrición, bioestimulación y protección vegetal.

Existen numerosas referencias que describen las diferentes funciones y beneficios que puede desempeñar el silicio dentro de la planta:

• – “mejora la fisiología y realiza diferentes funciones de carácter estructural y bioquímico” (Ma, 2004).
• – “actúa como una barrera mecánica que dificulta la infección de patógenos e incrementa la tolerancia al ataque de insectos fitófagos” (Ma, 2004).
• – “desempeña un papel importante en activar los mecanismos de defensa de las plantas a nivel bioquímico y molecular, como es la síntesis de ciertos compuestos fenólicos (fitoalexinas)” (Rodrigues and Datnoff, 2005)
• – “forma barreras químicas y bioquímicas que activan el sistema de defensa natural de las plantas cuando un patógeno las infecta” (Fauteux et al. 2005)
• – “es importante frente a los daños causados por estreses abióticos, principalmente los producidos por la salinidad y la sequía” (Sacala, 2009)
• – “es un mecanismo eficaz de protección frente a los efectos dañinos causados por el estrés salino” (Zhu and Gong, 2014).
• – “es relevante en los niveles de tolerancia de los estreses sufridos por las plantas” (Yavaş and Ünay, 2017).
• – “puede mejorar la tolerancia a enfermedades causadas por hongos, bacterias, nematodos y virus debido a la formación de barreras mecánicas y/o cambios en las respuestas químicas de la planta” (Sakr, 2016; Yavaş and Ünay, 2017)
• – Etc.

Como se ha comentado anteriormente, todo se resume en:

• – Función estructural al aumentar la resistencia mecánica de los distintos tejidos. El ácido monosilício se acumula y forma una capa de silicio – celulosa, donde se une con pectinas y calcio (Waterkeyn et al 1982) dando como resultado una doble capa cuticular que protege y fortalece mecánicamente las estructuras de las plantas (Yoshida, 1975; Ma 2003). Las paredes celulares se vuelven más rígidas sin perder elasticidad, tanto en la zona de la epidermis como en el interior:

≫ Generando mayor resistencia al daño mecánico.

≫ Dificultando la penetración de patógenos gracias al fortalecimiento de los tejidos.

≫ Protegiendo los tejidos vegetales contra la pérdida excesiva de agua por transpiración.

≫ Mejorando el comportamiento frente a condiciones de estrés abiótico como altas y bajas temperaturas, déficit hídrico y condiciones de salinidad.

• – Función biodefensora al favorecer la producción de sustancias elicitoras y antioxidantes. La presencia de silicio en la planta desencadena una respuesta enzimática y actúa:

≫ estimulando la actividad enzimática de defensa (enzima peroxidasa (POX)) y como consecuencia aumentando el contenido de lignina en las paredes celulares.

≫ activando la respuesta de actividades enzimáticas antioxidantes (enzimas catalasa (CAT), guayacol peroxidasa (GPX) y ascorbato peroxidasa (APX)) que inhiben, detoxifican y minimizan el daño oxidativo provocado por las especies reactivas del oxígeno (ROS) como consecuencia de los distintos estreses.

• – La combinación de estas dos funciones genera una mejora de la calidad del fruto y vida útil tanto en campo como, tras la cosecha, en cámara.

Murocel®

En este sentido, Agrométodos presenta MUROCEL®, una suspensión de silicato cálcico libre de nitrógeno, que aporta calcio (Ca2+) y ácido monosilícico (Si(OH)₄) fácilmente asimilables por las plantas.

MUROCEL® es un producto de aplicación foliar y/o radicular que puede ser aplicado en las etapas iniciales y durante las fases de crecimiento vegetativo, fructificación y desarrollo de aguacate, almendro, arroz, caqui, cereal, cítricos (mandarino, naranjo, limón, etc.), frutales de hueso (albaricoquero, melocotonero, nectarino, cerezo, etc.), frutales de pepita (manzano y peral), fresa y frutos rojos, hortícolas (tomate, pimiento, pepino, calabacín, berenjena, melón, sandía, etc.) y ornamentales.

Cuando MUROCEL® es aplicado:

• – En pulverización foliar: el Si(OH)₄ se mueve del exterior al interior de la planta por difusión pasiva situándose bajo la cutícula, en las paredes celulares y por rutas apoplásticas hacia otras paredes y células vecinas.
• – Vía riego: el Si(OH)₄ se mueve en la planta de forma pasiva por difusión, a través del xilema gracias a la transpiración, aunque existen algunas especies acumuladoras de silicio en las que se ha descrito un transporte activo a través de transportadores (LSi1; LSi2; LSi6,…).

La aplicación de MUROCEL® aporta:

A la planta:

• – Un refuerzo de la pared celular, proporcionando una resistencia a los distintos tejidos vegetales frente a los daños o alteraciones pre/post cosecha tanto bióticos como abióticos.
• – Un beneficio bioquímico al activar la producción de sustancias elicitoras y antioxidantes.
• – Una mejora de la calidad del fruto y vida útil, aumentando la firmeza y el peso medio del fruto, reduciendo las alteraciones de la piel y la pérdida de agua.

Al suelo:

• – Favorece la liberación del fósforo (P) fijado en el suelo a formas biodisponibles permitiendo su asimilación por parte de las plantas.
• – Disminuye los efectos tóxicos derivados de las altas concentraciones de aluminio (Al), hierro (Fe), manganeso (Mn), plomo (Pb), sodio (Na), etc. favoreciendo el crecimiento radicular y mejorando así el balance nutricional de la planta.

En definitiva, MUROCEL® es un biodefensor celular y muro estructural a base de silicio y calcio que nos aporta calidad a los cultivos, pudiéndose emplear tanto vía foliar como vía riego. Además, es un producto:

• – Autorizado en Agricultura Ecológica conforme a la Norma UNE 142500.
• – Respetuoso con la fauna auxiliar.
• – No genera residuos ni plazo de seguridad
• – Compatible con la mayoría de los productos fitosanitarios y nutricionales empleados normalmente, excepto formulados a base de fósforo.

Asimismo, se comenzó el lanzamiento de nuestro nuevo producto MUROCEL® a finales final de enero, realizando desde entonces una serie de presentaciones técnicas en diferentes puntos del territorio nacional (Valencia, Ciudad Real, Murcia, Vega de Sevilla, Huelva, Mérida ,…) y en eventos como el CITRUS CONNECT. En estas presentaciones se han explicado los beneficios que las aplicaciones de MUROCEL® aportan a los diferentes cultivos. Estás jornadas han suscitado un gran interés por parte de distribuidores, técnicos y agricultores.