La producción y el comercio de arándanos se está expandiendo a nivel mundial. Esta pequeña baya de color azul es uno de los frutos que presentan un mayor número de cualidades y beneficios saludables, además de destacar por su sabor, su jugosidad y su gran versatilidad.

En el suroeste de la península ibérica, Huelva es la provincia con mayor producción de arándano en España y la mayor zona productora de Europa para cosecha temprana de primavera. Según fuentes de la asociación de productores y exportadores de fresa y frutos rojos, Freshuelva, desde la campaña 2011/2012 la superficie de cultivo de arándano se ha incrementado un 464%, esto es, ha pasado de las 777 ha de entonces a las 3.602 ha de la campaña 2022/2023, consolidándose en la provincia como la segunda berry tras la fresa.

Este auge del cultivo del arándano se ha visto sometido a un proceso continuo de selección e investigación para mejorar su productividad, obteniendo una fruta de calidad externa, calidad organoléptica y calidad nutritiva requerida por los mercados.

Gracias a esta búsqueda y a un buen manejo agronómico se ha logrado obtener una mejora en distintos aspectos como el “shelf life”, la firmeza o el sabor de la fruta, además de seguir mejorando, campaña tras campaña, la productividad y el rendimiento del cultivo, para hacerlo mucho más competitivo.

Una parte del manejo agronómico es la utilización o el uso de alternativas o productos en base a compuestos naturales. Estos productos están basados en extractos de algas, extractos de plantas superiores, ácidos húmicos y fúlvicos, aminoácidos, microorganismos (hongos o bacterias beneficiosas), etc. que son capaces de generar unos efectos directos e indirectos sobre el cultivo, aportándole a la planta vitaminas, polisacáridos, manitol, etc. o ser precursores de fitohormonas naturales y/o de señales que intervienen en los distintos procesos fisiológicos de las plantas.

Estos productos ayudan a lograr un crecimiento equilibrado de la planta, estimular procesos naturales para la mejora de la floración, fecundación, cuajado y absorción de nutrientes y/o aumentar la tolerancia a los estreses bióticos y abióticos. La efectividad de estos depende de muchos factores, como el propio cultivo, el suelo, el clima o el manejo, y por ello es muy importante conocer la fenología de la planta, su equilibrio hormonal y las necesidades del cultivo, para obtener unos resultados satisfactorios.

                                        Estado fenológico ideal en arándano para la aplicación de BIOHIDRAMAR® CUAJE

Biohidramar®

En este sentido, desde Agrométodos hemos estado investigando y desarrollando en dicho cultivo el empleo de nuestro producto Biohidramar®, formulación que contiene compuestos naturales muy ricos en citoquininas combinados con microelementos que favorece la estimulación de la división celular y la síntesis proteica. Además, en el arándano, Biohidramar® Cuaje es capaz de incrementar la traslocación de asimilados hacia el fruto en crecimiento generando un “efecto sumidero” que se traduce en un incremento del tamaño de estos.https://www.agrometodos.com/biohidramar-cuaje/

Por ello nuestro producto Biohidramar® aporta los siguientes beneficios:

• – Favorece la elongación del tubo polínico.
• – Mejora el llenado de los frutos, presentando una mayor uniformidad de estos.
• – Aumenta el calibre de los frutos.
• – Es un producto respetuoso con la fauna auxiliar.
• – No tiene residuos ni plazo de seguridad.
• – Autorizado en Agricultura ecológica/orgánica.

En el cultivo del arándano se recomienda el empleo de Biohidramar® en pulverización foliar a razón de 0,1% (1L / 1000L de agua) a partir de los primeros frutos cuajados y repetir dicha aplicación cada 15 – 20 días hasta la finalización de cosecha.